Un estudio realizado por investigadores del Centro Harvard-Smithsonian para Astrofísica (CFA), en Estados Unidos, muestra que los estudiantes pueden llegar a entender las dimensiones del espacio estelar si utilizan tablets» en las simulaciones del universo, algo impensable con la enseñanza tradicional en el aula.
Esta investigación se añade al debate sobre si dispositivos electrónicos deben tener un papel más relevante en la educación. En este caso, las tabletas contribuyen a mejorar la comprensión de conceptos como la escala astronómica. «Estos dispositivos ofrecen a los estudiantes oportunidades de hacer cosas que serían imposibles en entornos de aula tradicional, pues permiten manipular objetos virtuales usando gestos naturales de la mano, y esto parece estimular experiencias que conducen a un aprendizaje más fuerte», considera Matthew H. Schneps, director del estudio.
El equipo de Schneps analizó la evolución en el aprendizaje de 152 estudiantes de Secundaria que usan «tablets» (en este caso iPads) para explorar el espacio simulado, y los compararon con 1.184 estudiantes que utilizaron métodos de enseñanza más tradicionales. El estudio se centró sobre todo en la comprensión de la magnitud del espacio.«Aunque pueda parecer obvio que utilizar simulaciones por ordenador que retratan con precisión la escala conducirían a una mejor comprensión, no se enseña generalmente de esa manera. Con demasiada frecuencia, la enseñanza usa modelos y dibujos que distorsionan la escala del universo, y esto conduce a ideas falsas», dice Philip Sadler, coautor del estudio.
Los participantes en el estudio con iPads procedían del Bedford High School, en Massachusetts, una institución que tomó la decisión de dotar a todos los estudiantes con los célebres dispositivos de Apple. «Desde que empezamos a utilizar iPads, hemos visto una mejora sustancial en el aprendizaje, sobre todo en materias como Matemáticas y Ciencias», explica su director, Henry Turner.
«Tal vez lo más notable es que hemos visto significativos avances en el aprendizaje entre los estudiantes que usaron las simulaciones, en situaciones en las que ningún beneficio, o poco, se observó en las aulas tradicionales», aclara Mary Dussault, miembro del equipo de investigación.
El estudio se publicará en la edición del próximo mes de enero en Computers and Education.